Otargos - No God, No Satan - 2010

Grupo Otargos

Album  No God, No Satan (2010)

Pais Francia

Genero Black Metal

Temas

1. Hoax-Virus-God 02:32  

2. Cloning the Divine 04:01  

3. Worship Industrialized 04:02
4. Hexameron 04:14  

5. I, Flesh of God 02:42  

6. Origin 04:23  

7. Cuiusvis Hominis Est Errare 10:14  

8. I, Blood of Satan 03:11  

9. XXI (The Pathological Mass) 04:28

 10. The Hulk of Conviction and Faith 17:01    

Total 57:04  

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Con el 2010 ya acabado, podemos aseverar que éste fue un año plagado de decepciones en el género del Black Metal. Contados son los lanzamientos que han aportado algo nuevo o han realizado trabajos sobresalientes, uno de esos trabajos es este álbum.

A primera vista, los franceses Otargos, en su cuarto trabajo,  parecen alcanzar todos los elementos identificativos del Black metal ortodoxo  con su “No god, No satan”. El género se identifica con una forma mordaz de Black metal jugando con un grado de gravedad no se veía desde los inicios de la primera ola de metal negro noruego.

Como bien dice al título del álbum, en contra de las corrientes escandinavas, aquí no se sustituye a Dios por Satán, sino que se reniega de los dos en una ateísmo bien declarado, convirtiéndose la lírica en un ataque feroz contra toda religión, siempre de mano de la razón.

Una atmósfera mas terrorífica que satánica, se desliza con maestría durante todo el álbum, combinando temas de una celeridad explosiva con otras de enfoque más sosegado pero no menos aterradoras, entre ellas se interponen un par de momentos hablados con tonos ominosos de que mejoran en gran medida la gravedad de este  material y el sentido del álbum, contribuyendo al mantenimiento de la atmósfera y dando un momento de respiro y tranquilidad. Estas diferencias de ritmos, resultan una mezcla homogénea muy acertada, incorporando diferentes elementos del Black más aguerrido.

En cuanto a la musicalidad, la voz de Dagota me parece de las mejores que he escuchado en mucho tiempo, rasgada, perturbadora y espeluznante que domina durante todo el álbum marcando el ritmo a seguir por unas guitarras que escupen riffs afilados capaces de atravesar los duros armazones  de los blackmetaleros más curtidos, riffs muy buenos técnicamente que ayudan a lograr esa atmósfera que predomina durante toda la narración. La batería cruel y salvaje cabalga sobre las oscuras praderas de la muerte jactándose de una maestría y velocidad inusitada acompañando al resto de elementos con acierto. Las líneas de bajo son profundas y contundentes.

Un gran trabajo, muy serio, cada canción resulta estimulante a la par que aplastante, un álbum indispensable para los amantes del género, al cual les resultará difícil encontrar alguna contrariedad.