Banda Atriarch
Album Forever the End
Pais EEUU
Genero Blackened Doom Metal
Album Forever the End
Pais EEUU
Genero Blackened Doom Metal
Temas
01. Plague 07:10
02. Shadows 09:07
03. Fracture 14:01
04. Downfall 05:48
Total 36:07
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Debut de los norteamericanos Atriarch en Un álbum que no está recomendado para todos los públicos, solo apto para las mentes más psicóticas y oscuras del mundo metalero.
Un Doom metal melancólico con sonido Sludge que se vuelve casi funerario, deambulando por momentos los fangos del Black metal. La creación de una densa y negra atmósfera cargada de misterio es la clave de este álbum, que en apariencia, puede parecer sencillo en su construcción, pero según van corriendo los minutos vemos que aunque no realizan un alarde técnico en la musicalidad, la consecución de ese estado permanente de lobreguez es algo está en manos de muy pocas bandas. Tremendo trabajo que tiene mucho más merito de lo que muchos puedan pensar.
Tremendamente pesado y lodoso y sucio, cargado de grandes riffs aterciopelados y afilados se suceden con arpegios cargados de paciencia confeccionando todo esto unas tétricas melodías, el bajo densísimo es como la marea en la noche que arremete y retrocede atizando incansablemente. Acompaña una percusión machacante e hipertrofiada que no se complica la vida, ni falta que le hace. La voz grita lenta y nauseabunda desde el fondo de una cripta abandonada, se combina en momentos suaves con voces limpias y apagadas creando ese ambiente oscuro y enigmático que se te agarra en la sesera.
Cuatro temas que comienzan siempre lentos y largos y van creciendo durante su desarrollo para volver a desvanecerse en su final, excepto en el último de ellos “Downfall” que tiene un desenlace bestial, arremetiendo a una velocidad inesperada con un asalto de blastbeats furiosos que te producen una sensación de catarsis al finalizar el álbum que te sacude de toda la perturbación soportada.
Un Doom metal melancólico con sonido Sludge que se vuelve casi funerario, deambulando por momentos los fangos del Black metal. La creación de una densa y negra atmósfera cargada de misterio es la clave de este álbum, que en apariencia, puede parecer sencillo en su construcción, pero según van corriendo los minutos vemos que aunque no realizan un alarde técnico en la musicalidad, la consecución de ese estado permanente de lobreguez es algo está en manos de muy pocas bandas. Tremendo trabajo que tiene mucho más merito de lo que muchos puedan pensar.
Tremendamente pesado y lodoso y sucio, cargado de grandes riffs aterciopelados y afilados se suceden con arpegios cargados de paciencia confeccionando todo esto unas tétricas melodías, el bajo densísimo es como la marea en la noche que arremete y retrocede atizando incansablemente. Acompaña una percusión machacante e hipertrofiada que no se complica la vida, ni falta que le hace. La voz grita lenta y nauseabunda desde el fondo de una cripta abandonada, se combina en momentos suaves con voces limpias y apagadas creando ese ambiente oscuro y enigmático que se te agarra en la sesera.
Cuatro temas que comienzan siempre lentos y largos y van creciendo durante su desarrollo para volver a desvanecerse en su final, excepto en el último de ellos “Downfall” que tiene un desenlace bestial, arremetiendo a una velocidad inesperada con un asalto de blastbeats furiosos que te producen una sensación de catarsis al finalizar el álbum que te sacude de toda la perturbación soportada.
Realmente unas composiciones muy intensas, toda una experiencia.
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